Una vida un poco diferente, ni tan distante ni tan corriente. Un poco melancólico, disfuncional y salido del libreto. Ese hombrecito escuálido, alto y amante de la cerveza no es convencional, mucho menos creyente de estereotipos. Una definición de su vida es algo compleja. Está cansado de la injusticia social, el deseo de poder descontrolado y la creciente ignorancia. Ama esos pequeños y desconocidos destellos de vida, pasional al deporte y a esas vías de escape al intentar entender la vida.
En una sociedad en la cual lo más difícil es la interacción, siendo tan poco ortodoxo, decide dar a entender ese mundo aparte por medio de sus palabras y arte que poco a poco va aprendiendo. Pero aún así su preocupación más grande viene siendo la sociedad y esos problemas diarios que nos ocurren a todos. Cambiar al mundo es algo muy utópico para cualquiera y ese no es su cometido, cambiar a las personas es una tarea más compleja, su misión es una sociedad más equitativa, más afecto y menos orgullo. Cuando no hay un motivo especial que defina su vida, todo se divide a lo que lo ha formado y los objetos, hobbies e ideologías, siendo lo más trascendente en un camino demasiado volátil.
Su vida es un sueño, algo irreal y complejo aunque más placentero que ese mundo de estrés, del cual no se siente amigo. Su constante lucha por salir de la monotonía en lo que nos hemos convertido, lo hace explorar, conocer, imaginar cosas que quizás nunca sucedan, pero le generan placer absoluto; parece absurdo pero es placer. No es un aislado, es un individualista.
Una autobiografía es algo complejo para él, no hubo un momento que cambiara su vida por completo, en cambio sus intereses y métodos sí lo han logrado. Le queda mucho recorrido a esa turbulenta vida y un sinfín de aprendizajes. Siempre marcado por el lema de que "el show debe continuar", no parará hasta llegar a donde siempre ha soñado.
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